¿Qué es y en qué consiste la dirección de obra?
Para llevar a cabo una construcción, sea del tipo que sea, se necesitan al menos tres agentes: el proyectista, el director de obra y el director de ejecución de obra. En el caso de construcciones de edificios el proyectista será un arquitecto, el cuál deberá estar titulado y colegiado, solo de esta forma podrá visar el proyecto, paso necesario antes de comenzar las obras. Esto quiere decir que no se puede construir ningún edificio, por pequeño que sea, sin contratar a un arquitecto.
La mayoría de la gente sabe de sobra que necesita un arquitecto para proyectar y diseñar un edificio, ya sea una vivienda unifamiliar o un rascacielos, pero no parece quedar tan claro a quién se debe contratar (aparte del constructor) cuando va a dar comienzo la obra. Es aquí cuando entra en juego el papel del director de obra y el director de ejecución de obra. Estos dos son los encargados de asegurar que la materialización del proyecto se lleve a cabo correctamente o, dicho de otra forma, realizar la dirección facultativa de la obra. Son muchos los arquitectos que ignoran sus responsabilidades durante la obra, asumiendo que su proyecto es suficiente para construir el edificio sin duda o error, pero la realidad difiere mucho de eso, y, en muchos casos, la dirección de obra es tan o más importante que el propio proyecto.
Para llevar a cabo una construcción, sea del tipo que sea, se necesitan al menos tres agentes: el proyectista, el director de obra y el director de ejecución de obra. En el caso de construcciones de edificios el proyectista será un arquitecto, el cuál deberá estar titulado y colegiado, solo de esta forma podrá visar el proyecto, paso necesario antes de comenzar las obras. Esto quiere decir que no se puede construir ningún edificio, por pequeño que sea, sin contratar a un arquitecto.
La mayoría de la gente sabe de sobra que necesita un arquitecto para proyectar y diseñar un edificio, ya sea una vivienda unifamiliar o un rascacielos, pero no parece quedar tan claro a quién se debe contratar (aparte del constructor) cuando va a dar comienzo la obra. Es aquí cuando entra en juego el papel del director de obra y el director de ejecución de obra. Estos dos son los encargados de asegurar que la materialización del proyecto se lleve a cabo correctamente o, dicho de otra forma, realizar la dirección facultativa de la obra. Son muchos los arquitectos que ignoran sus responsabilidades durante la obra, asumiendo que su proyecto es suficiente para construir el edificio sin duda o error, pero la realidad difiere mucho de eso, y, en muchos casos, la dirección de obra es tan o más importante que el propio proyecto.